El arqueólogo británico Howard Carter y sus trabajadores descubren un paso que conduce a la tumba del Rey Tutankamón en el Valle de los Reyes en Egipto.
Cuando Carter llegó por primera vez a Egipto en 1891, la mayoría de las tumbas egipcias antiguas habían sido descubiertas, aunque el poco conocido Rey Tutankamón, que había muerto cuando tenía 18 años, todavía no se encontraba. Después de la Primera Guerra Mundial, Carter comenzó una búsqueda intensiva de la "Tumba del Rey Tut", y finalmente encontró pasos hacia la sala de enterramiento escondida entre los escombros cerca de la entrada de la tumba cercana del Rey Ramsés VI en el Valle de los Reyes. El 26 de noviembre de 1922, Carter y su compañero arqueólogo Lord Carnarvon entraron en las cámaras interiores de la tumba y los encontraron milagrosamente intactos.
Así comenzó un proceso de excavación monumental en el que Carter exploró cuidadosamente la tumba de cuatro habitaciones durante varios años, descubriendo una increíble colección de varios miles de objetos. El hallazgo arquitectónico más espléndido fue un sarcófago de piedra que contenía tres ataúdes anidados uno dentro del otro. Dentro del ataúd final, que estaba hecho de oro macizo, estaba la momia del niño rey Tutankamón, preservada durante más de 3.000 años. La mayoría de estos tesoros se encuentran ahora en el Museo de El Cairo.