En Egipto, la Sociedad de Oficiales Libres toma el control del gobierno en un golpe de estado militar organizado por los Oficiales Libres del Coronel Gamal Abdal Nasser. El rey Faruk, cuyo gobierno había sido criticado por su corrupción y fracasos en la primera guerra árabe-israelí, se vio obligado a abdicar y ceder el poder al general Muhammad Naguib, el líder del golpe de Estado.
Los revolucionarios redistribuyeron la tierra, juzgaron a los políticos por corrupción y en 1953 abolieron la monarquía. En 1954, Nasser surgió detrás de escena, sacó a Naguib del poder y se proclamó primer ministro de Egipto. Durante los siguientes dos años, Nasser gobernó como un líder efectivo y popular y promulgó una nueva constitución que convirtió a Egipto en un estado árabe socialista, conscientemente no alineado con los sistemas comunistas y democrático-capitalistas prevalentes del mundo de la Guerra Fría. En 1956, fue elegido, sin oposición, para el nuevo cargo de presidente. Murió aún en el cargo en 1970 de un ataque al corazón. Nasser fue un líder constantemente popular e influyente durante sus muchos años en el poder.