Dos agentes del Viet Cong disfrazados de soldados survietnamitas dejan un automóvil lleno de explosivos estacionados en el Hotel Brinks en Saigón. El hotel albergaba a oficiales estadounidenses. Dos estadounidenses murieron en la explosión y 65 estadounidenses y vietnamitas resultaron heridos.
El embajador Maxwell Taylor, el general William Westmoreland y otros altos funcionarios estadounidenses intentaron persuadir al presidente Lyndon B. Johnson para que respondiera con ataques de represalia en Vietnam del Norte, pero Johnson se negó. En su cable a Taylor explicando su decisión, indicó por primera vez que estaba considerando un compromiso de las tropas de combate estadounidenses.