El presidente soviético Leonid Brezhnev y el presidente estadounidense Richard Nixon, reunidos en Moscú, firman los acuerdos de las conversaciones estratégicas de limitación de armas (SALT). En ese momento, estos acuerdos fueron los intentos de mayor alcance para controlar las armas nucleares.
Nixon y Brezhnev parecían candidatos poco probables para los estadistas estadounidenses y soviéticos que firmarían un innovador tratado de limitación de armas. Ambos hombres tenían reputación de ser guerreros de línea dura de la Guerra Fría. Sin embargo, en 1972, ambos líderes estaban ansiosos por estrechar las relaciones diplomáticas entre sus respectivas naciones. La Unión Soviética estaba comprometida en una guerra de palabras cada vez más hostil con la China comunista; Las disputas fronterizas entre las dos naciones habían estallado en los últimos años. Estados Unidos buscaba ayuda para salir de la guerra impopular y costosa en Vietnam. Nixon, en particular, deseaba distraer al público estadounidense del hecho de que durante casi cuatro años como presidente, no había logrado poner fin al conflicto. La reunión cumbre de mayo de 1972 entre Nixon y Brezhnev fue un momento oportuno para buscar las relaciones más estrechas que cada uno deseaba.
El elemento más importante de la cumbre se refería a los acuerdos SALT. Las discusiones sobre SALT habían estado ocurriendo durante aproximadamente dos años y medio, pero con poco progreso. Sin embargo, durante la reunión de mayo de 1972 entre Nixon y Brezhnev, se logró un avance monumental. Los acuerdos SALT firmados el 27 de mayo abordaron dos cuestiones principales. Primero, limitaron el número de sitios de misiles antibalísticos (ABM) que cada país podría tener a dos. (Los ABM eran misiles diseñados para destruir misiles entrantes). En segundo lugar, el número de misiles balísticos intercontinentales y misiles balísticos lanzados desde submarinos se congeló en los niveles existentes. Sin embargo, no había nada en los acuerdos sobre múltiples misiles para vehículos de reentrada con objetivos independientes (misiles individuales que llevaran múltiples ojivas nucleares) o sobre el desarrollo de nuevas armas. Sin embargo, la mayoría de los estadounidenses y los soviéticos elogiaron los acuerdos SALT como logros tremendos. En agosto de 1972, el Senado de los Estados Unidos aprobó los acuerdos por una votación abrumadora. SALT-I, como se supo, fue la base de todas las conversaciones sobre limitaciones de armas que siguieron.