El Congreso de los Diputados del Pueblo elige al Secretario General Mikhail Gorbachev como el nuevo presidente de la Unión Soviética. Si bien la elección fue una victoria para Gorbachov, también reveló serias debilidades en su base de poder que eventualmente conducirían al colapso de su presidencia en diciembre de 1991.
La elección de Gorbachov en 1990 fue muy diferente de otras "elecciones" celebradas anteriormente en la Unión Soviética. Desde su llegada al poder en 1985, Gorbachov había trabajado duro para abrir el proceso político en la Unión Soviética, impulsando una legislación que eliminó el monopolio del poder del Partido Comunista y estableciendo el Congreso de los Diputados del Pueblo. El público en general eligió el Congreso por votación secreta. En 1990, sin embargo, Gorbachov se enfrentaba a las críticas de los reformistas y los intransigentes comunistas. Los reformadores, como Boris Yeltsin, criticaron a Gorbachov por el lento ritmo de su agenda de reformas. Los intransigentes comunistas, por otro lado, estaban horrorizados por lo que vieron como el retiro de Gorbachov de los principios marxistas. En un intento por impulsar su programa de reformas, Gorbachov dirigió un movimiento que modificó la constitución soviética, incluida la redacción de una sección que establece una presidencia nueva y más poderosa, una posición que anteriormente había sido en gran medida simbólica.
El 14 de marzo de 1990, el Congreso de los Diputados del Pueblo eligió a Gorbachov para un mandato de cinco años como presidente. Si bien esto fue ciertamente una victoria para Gorbachov, la elección también demostró vívidamente los problemas que enfrentó al tratar de formular un consenso interno que respaldara su programa de reforma política. Gorbachov había trabajado asiduamente para asegurarse de que el Congreso le diera la mayoría necesaria de dos tercios, incluida la amenaza reiterada de renunciar si no se lograba la mayoría. Si no hubiera recibido los votos necesarios, habría tenido que hacer campaña en una elección general contra otros candidatos. Gorbachov creía que una elección general daría lugar al caos en una Rusia ya inestable; otros en la Unión Soviética atribuyeron sus acciones al temor de que pudiera perder esas elecciones. La votación final en el Congreso fue extremadamente cerrada, y Gorbachov logró su mayoría de dos tercios con 46 votos.
Gorbachov ganó la presidencia, pero en 1991 sus críticos domésticos lo estaban ridiculizando por el terrible desempeño económico de la nación y el vacilante control sobre el imperio soviético. En diciembre de 1991 renunció como presidente y la Unión Soviética se disolvió. A pesar de las críticas que recibió, Gorbachov es acreditado por instituir una cantidad vertiginosa de reformas que aflojaron el fuerte control del comunismo sobre el pueblo soviético.
