Martin Luther King Jr. es asesinado a tiros en un hotel en Memphis, Tennessee. Un disparo de James Earl Ray a más de 200 pies de distancia en un motel cercano golpeó a King en el cuello. Murió una hora después en el Hospital St. Joseph. La muerte del principal defensor de los derechos civiles de Estados Unidos provocó una ola de disturbios en las comunidades negras de varias ciudades de todo el país.

Ray, que había escapado de una prisión de Missouri casi un año antes, había usado los alias Eric Galt y John Willard para registrarse en varios moteles en el área de Memphis. Disparó un rifle Remington desde la ventana del baño que daba al balcón del hotel donde King estaba parado.

Ray huyó a Canadá, donde permaneció durante un mes. Mientras tanto, el FBI lo colocó en la lista de los diez fugitivos más buscados. Después de comprar un pasaporte con el nombre de Sneyd, Ray viajó a Inglaterra el 6 de mayo. Una semana después de llegar a Londres, viajó a Lisboa, Portugal, durante cinco días. De regreso en Londres, Ray se mudó de hotel en hotel hasta que las autoridades finalmente lo alcanzaron el 8 de junio en el aeropuerto de Heathrow.

Ray era un criminal de carrera que entró y salió de prisión por varios robos de poca monta. Como no tenía antecedentes conocidos de odio político, muchos sospechan que a Ray le pagaron para asesinar a King. Un factor que ha alimentado esta especulación es que Ray claramente tenía recursos significativos durante el tiempo entre el asesinato y su captura.

En cualquier caso, Ray se declaró culpable antes de que comenzara su juicio programado en marzo de 1969 y fue sentenciado a 99 años de prisión. Ray se retractó de su confesión unos meses después e insistió en su inocencia durante años. Sin embargo, sus esfuerzos para asegurar un nuevo juicio fueron inútiles, a pesar del apoyo de los miembros de la familia King que estaban ansiosos por determinar si otros estaban involucrados. Ray murió el 23 de abril de 1998.